Cuando recibí el diagnóstico de mi hija Mara, sentí miedo. Miedo por no saber qué hacer, miedo a equivocarme, miedo a que las palabras de los médicos se cumplieran como una sentencia. Me decían que su vida estaría llena de límites… Y confieso que muchas noches lloré pensando: “¿y si no soy suficiente para ella?”

Pero había una voz dentro de mí que no se callaba: “Mi hija merece más que pronósticos y etiquetas.” Y decidí escucharla.

Busqué, probé, me caí y me volví a levantar. Estudié, observé, y me convertí en la experta que mi hija necesitaba. En nuestro propio salón —entre risas, juegos y momentos de frustración— nació el método NeuroMaravilla: una forma simple y poderosa de ayudar a nuestros hijos a concentrarse, regularse y aprender con alegría. Mi método es el resultado de años de investigación puestos en práctica con mi propia hija y habiendo seleccionado lo que nos dio mejores resultados.

Lo que empezó como una búsqueda desesperada se transformó en una misión: ayudar a otras mamás a dejar el miedo y recuperar la esperanza.

Hoy, más de 2000 familias han visto cómo sus hijos logran lo que antes parecía imposible. Desde caminar a los 13 meses hasta empezar a leer sus primeras frases a los 5 años, Mara y muchos otros niños están demostrando que nuestros hijos no están definidos por un diagnóstico, sino impulsados por oportunidades.

No soy una heroína. Soy una mamá como tú. Una mamá que tuvo miedo, pero eligió creer.